Definitivamente uno de los retos más relevantes en el descubrimiento de OKRs es la construcción de los resultados clave. La reciente necesidad (y moda, por qué no decirlo), de utilizar OKRs, ha llevado a utilizar modelos diversos para la construcción de OKRs. En el camino hemos encontrado diversos patrones que no han sido tan positivos y han llevado al fracaso a los resultados clave
No involucrar a tus stakeholders
Definir OKRs no es un ejercicio de unos pocos, sino uno colectivo. Es vital que tengas espacios continuos de sincronización de expectativas con tus stakeholders. Involucrarse en el proceso de elección de los resultados clave es vital para reforzar el foco, la dirección y evitar retrabajos por desalineamiento a la estrategia del negocio.
Crea un mapa de los stakeholders más importantes (entre 3 y 5) y genera un plan de involucramiento. Busca tener sesiones pequeñas de 20 a 30 minutos para direccionar el barco. Analiza con tu equipo toda la información obtenida de tus múltiples reuniones y tómalas de base para elegir los mejores indicadores posibles para construir tus KRs.
Elegir los resultados clave al azar
Los resultados clave tampoco los trae la cigüeña. Tampoco deben ser copia fiel de los ejemplos que encuentres en la red o alguno que te llegó por casualidad. Elegir un KR es un ejercicio estratégico y debe contener todo el trabajo que está dentro de tu campo de acción, responsabilidad y dependencia directa del equipo. Debe involucrar todas las aristas de impacto de tus objetivos.
No es un ejercicio sencillo y requiere tiempo y práctica. Mucha práctica. Es muy probable que los indicadores que necesites ya estén siendo utilizados en tu empresa y quizá solo haga falta complementar uno que otro. Gran reto ¿no?, pues te tocará conocer cómo mide la empresa su valor. Una oportunidad innegable de llevar el negocio a la mesa de conversación de los equipos.
Preferir outputs sobre outcomes
Cada vez está siendo más común el entendimiento del valor del negocio presente en los resultados clave. Los OKRs buscan evidenciar el valor generado al negocio por sobre las actividades, proyectos, iniciativas, épicas, features, historias de usuario o simples tareas. Necesitamos escalar el valor y desescalar las iniciativas como resultados clave.
Elegir una iniciativa como KRs no solo quita capacidad de innovación y limita opciones para alcanzar el valor deseado, sino también, imposibilita el seguimiento de la evolución de cumplimiento. No necesitamos planes de transformación (medio, output), sino incrementar la eficiencia operativa (fin, outcome). Si detectas un output como resultado clave, es tan fácil salir de el con una simple pregunta: ¿Qué aguja (indicador de valor), muevo si realizo esta iniciativa (output)?
No vincularlos con tu gestión de datos organizacional
Muchos resultados clave son elegidos sin saber los indicadores que tenemos monitoreando en la empresa. Desconocemos cadencias de actualización y tampoco definimos las cadencias necesarias para hacer útil nuestros OKRs. Esto es importante. Definir OKRs es un proceso que toma tiempo y el gran reto es que sean útiles.
No solo de forma declarativa, sino realmente utilitaria, al punto que te permiten involucrarse con tu modelo de gobierno, operación, estructura y cultura. Si vas a adoptar OKRs, preocúpate por las cadencias de actualización de tus resultados clave. Llegar a alinear la cadencia necesaria y la capacidad organizacional de lograrlo es un reto tremendo. Los datos son poder y si no los utilizas para tomar decisiones, tu competencia sí lo hará.
Creer que para lograr OKRs solo hace falta cumplir KRs
Lograr un OKR conlleva mucho más que solo cumplir tus resultados clave. Implica que tengas en consideración factores que están dentro y fuera de tu control. Todo lo que está dentro de tu capacidad de acción, deberá ser incluido en tus resultados clave (y muchas veces complementados con KPIs); sin embargo, hay cosas que no dependen de ti, ni de tus resultados clave. Hay factores que están fuera de tu control y hay que hacer algo con ello.
Es por eso que es inconcebible que tengas OKRs y no hayas complementado tu planteamiento con un buen plan de riesgos. Los resultados clave son una hipótesis en todo el sentido de la palabra. Lograrlos no te garantizan para nada que hayas alcanzado el objetivo. Te acerca, pero si no contienen los factores externos, por más esfuerzo que hayas tenido para definir tus OKRs, será una aventura frustrante.
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